martes, 1 de mayo de 2012

Gavia, la montaña de nieve.

El Giro de Italia de 1988 y sobre todo su paso por el Gavia será recordada por los aficionados del ciclismo como una etapa épica. Una etapa marcada por el frio y sobre todo por la nieve, tanta nieve que si hubiese sido otro deporte se habría suspendido la etapa. Pero la palabra ciclismo se escribe con letras mayúsculas con etapas como esta.

5 de Junio de 1988, 14ª etapa Chiesa Van Malenco-Bormio. El dia comienza mal, esta lloviendo con mucha fuerza los corredores se equipan contra la lluvia pero no para la nieve que les espera unos kilometros mas adelante. En la bajada del Aprica la cosa se empieza a complicar con el frio pero no sabian lo que les esperaban. La carretera en un camino sin asfaltar y una señal de tráfico del 16% de desnivel, debido a la lluvia, el camino sin asfaltar era realmente inestable estaba blando y las cubiertas dejaban un surco por donde pasaban los corredores.


Andrew Hampsten, prevenido por su director deportivo, se equipó nada menos que con guantes de neopreno, un jersey de lana y gafas de esquí para dicha ascensión. Sin embargo, como apuntase el campeón italiano Francesco Moser, más allá de las duras condiciones climatológicas de la ascensión, algo igualado en otras ocasiones a lo largo de la historia del ciclismo, peor aún fue el descenso de 16 kilometros hasta la meta final de Bormio.

Pedro Delgado

Durante el mismo, una tormenta estalló y muchos ciclistas se vieron obligados a detenerse como consecuencia de la lluvia y las bajas temperaturas, llegándose a formar hielo en los cambios de marchas o en los frenos. Johan van der Velde, líder de la montaña hasta ese momento, y que coronó en primer lugar la cima, tuvo que detenerse a los pocos kilómetros de comenzar el descenso, incapaz de controlar la bicicleta a causa del frío, para solicitar a su director deportivo ropa de abrigo y tomar algo de té caliente y coñac. 

Los espectadores que había en el descenso no sabían si la carrera se había suspendido, así que deambulaban en medio de la carretera mientras los corredores comenzaban a bajar.

Andy Hampsten comentaba sobre sus peripecias en la bajada. "Intentaba no frenar bruscamente. Cuando utilizaba los frenos, primero tenía que quitar el hielo de las llantas, y después intentar quitar el agua, antes de tener alguna potencia de frenada. Mis brazos estaban bloqueados desde el comienzo del descenso, y yo intentaba seguir pedaleando para mantener mis piernas en movimiento. En un momento dado, miré hacia abajo, hacia mis piernas y a través de una capa de hielo y de grasa (lanolina), pude ver que eran de color rojo brillante. Después de eso, no volví a mirarlas"…



En Bormio, Van der Velde perdió más de 47 minutos respecto al vencedor de la etapa. Numerosos ciclistas realizaron el descenso en los coches de sus respectivos equipos, terminando sobre la bicicleta solo los últimos tres kilómetros de la etapa. Sin embargo, la organización decidió permitirles continuar en carrera al día siguiente a pesar de ello. Breukink y Hampsten aventajaron a todos los favoritos en más de cuatro minutos al final del día; el Holandes se adjudicó la etapa y el norteamericano se vistió de rosa el cual conservo hasta el ultimo dia.

Breukink y Hampsten fueron los primeros y, a pesar de ello, entraron en la meta prácticamente congelados. Para el resto del pelotón, el sufrimiento, si cabe, fue mayor. Corredores llorando, retorciéndose de dolor, parándose cada poco y metiéndose en los coches para entrar durante unos segundos en calor, antes de regresar al infierno. A 5’2’’ llegó Zimmerman, Delgado a 7’8’’, Bernard a 9’21’’, Chioccioli, líder hasta ese momento, a 16’16’’ y Van der Velde, que había coronado el Gavia en primera posición, llegó a 46’49’’. 

Fue la última vez que se supo de Johann Van der Velde, convertido, a partir de ese momento, en un espíritu del más allá definitivamente asociado al Belcebú que encontró en alguna de las curvas del descenso del Gavia.

1 comentario:

  1. ¡Qué historias tan interesantes nos cuentas!

    recordaba esta etapa como en nebulosa , pero me has fijado los detalles, fotos incluidas.

    Gracias

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